Amén
Es el coronamiento de la Oración Eucarística (que
comenzó en el Prefacio). El texto de las distintas plegarias eucarísticas va
elevando el clima de la oración haciéndonos participar desde ahora en la
alabanza de la Trinidad, que alcanzará su plenitud en la consumación del Reino.
Y esa elevación eucarística encuentra su más lograda expresión plástica en la
elevación mayor, que acompaña el canto de la doxología (por El, con El y en
El.)
La asamblea responde con un "Amén" fuerte
y entusiasta, que, de acuerdo a su música, podría ser repetido dos o más veces.
Mucho ayudará al canto de este "Amén" tan
pleno y significativo, el hecho de que el celebrante cante la Plegaria
Eucarística, o, al menos, la doxología final. Aunque, aun en el caso de que el
sacerdote solamente recite, proclamando la doxología, un acorde a tiempo del
órgano, podría indicar y ayudar a guiar este "Amén"
cantado por la asamblea. Todo esto requiere su ensayo y preparación catequística.
Tomado de: (Música Liturgia
y Pastoral, Grupo Pueblo de Dios)
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