Padre Nuestro
La oración del Señor, cantada (o rezada
pausadamente) por toda la Asamblea, adquiere aquí su máxima expresión como
asimilación de los sentimientos de Cristo: perdón de las ofensas, pedido del
pan (material y espiritual) alegre expectativa de la venida del Señor.
La música del Padrenuestro no debe convertirlo en
una "pieza" de canto, sino que debe revestir musicalmente, con
discreción, la recitación colectiva, lenta, de sus sublimes palabras.
Por eso, no caben cambios de palabras,
repeticiones, ni "ripios" para completar alguna frase melódica. Si
hay algún texto que no debe ser sacrificado en aras de la música, sino
íntegramente respetado, es éste. Por lo demás, es la primera oración que todos
los cristianos saben de memoria.
Tomado de: (Boletín de
Información de CONALI “Comisión Nacional de Liturgia de Chile”)
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