Ofrenda
Acompaña
la presentación (o procesión) y la preparación de las ofrendas. No es
imprescindible que se refiera siempre a las ofrendas.
Este es un momento
en que nuestras asambleas han cantado casi siempre. Hoy día, se considera más
un momento de relajación. Será, por tanto, un momento de silencio o de música
de fondo. O para que el coro interprete una breve pieza en los días solemnes. Además,
las letras que hemos usado hasta ahora deben ser abandonadas. No es el momento
del ofrecimiento. El ofrecimiento se realiza después de la consagración. En
este momento no tenemos más que pan y vino sobre la mesa-altar y no a Cristo.
Tomado de: (Boletín de
Información de CONALI “Comisión Nacional de Liturgia de Chile”)
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